El proyecto dejó al descubierto o un conjunto de arte rupestre compuesto por la confluencia de varias peñas con inscripciones datadas en la Prehistoria de la humanidad. El importante lavado de cara que sufrió la zona, que ahora ya es apreciable en su totalidad, permitirá al visitante disfrutar, no solo diera entorno representativo de la historia del pueblo lazano, sino también de unas llamativas vistas del entorno fruto de su destacado enclave.

As Pisadiñas es también conocida por los vecinos y vecinas de Laza, protagonista de muchas otras historias de aquellos que ya la visitaban, cuando llevaban al ganado a pastar allí. Una de las arqueólogas del proyecto, Nieves Amado, admite que el primer problema con el que se encontraron al iniciar el proyecto de creación de una ruta arqueológica, fue que el monte estaba lleno de pinos que desvirtuaban mucho, tanto las peñas como el propio paisaje, debido a la falta de visión. La arqueóloga admite que esta característica en la vegetación, sumado al poco cuidada que estaba la zona y a la composición de las peñas, que son de pizarra, aumentaba peligrosamente el riesgo de incendio forestal y dificultaba la conservación.

El que se llevó a cabo fue una tala de pinos que permitiera dejar las piedras y el paisaje a cielo abierto. En una segunda parte del proyecto, se realizó una señalización e interpretación del área arqueológica: desde la entrada de Verín hasta la propia zona de la peña de las Pisadiñas. La arqueóloga explica que “había gente que estaba viniendo a Laza, a ver las peñas, pero no daba con ellas debido al cruce de pistas forestales que hay”.

La de las Pisadiñas es la primera estación de arte rupestre que se pone en valor en toda la comarca. Hay otros trabajos arqueológicos en castros y otras especialidades; pero en petroglifos, es la primeria que se señala e interpreta. La Estación de Arte Rupestre de las Pisadiñas no solo está constituida por la peña de las pisadiñas, sino que se trata de un área arqueológico constituida por 7 peñas distintas. La peña principal es la de las Pisadiñas porque resume bastante bien el contenido de las otras 6; pero es igualmente interesante observar los símbolos grabados en el conjunto de todas las surgencias rocosas, porque se complementan y aportan una imagen más amplia de la información.

Los grabados evidencian una conexión entre ellos porque le aportan a la zona de las Pisadiñas un significado de espacio ritual con un especial contenido simbólico mágico- relixoso. Son muchas las leyendas que acompañan la este lugar: según la tradición oral en la zona de Monterrei, en esta peña habitaban los “moros”, ser míticos del imaginario popular gallego. Cuenta la leyenda, que cuando Santiago se dispuso a luchar contra ellos, dejó impresas las herraduras de su caballo. Otro ejemplo de la tradición oral gallega, indica que por la peña pasó la Virgen, con el Niño y San Xosé, en su huida a Egipto, dejando grabadas sus pisadas.

Sobre los grabados, también se destaca una coherecia cronológica entre ellos: posiblemente, realizados en varias etapas desde la Prehistoria. Algunos de los motivos grabados son podomorfos (pies o pisadas), quiromorfos (manos), herraduras, curciformes…, y pertenecen al Estilo o Arte Esquemático más típico del Noroeste Peninsular; especialmente de la provincia de Ourense y del Norte de Portugal.

En la misma zona, se puede encontrar una mina de explotación de oro al aire libre que data de la época romana: formada por zanxas profundas y canales de agua, en las que se trabajaban los procesos que finalizaron por dar lugar al preciado metal, hay más de 2.000 años.

La aprobación del proyecto corrió de cargo de Patrimonio y, segundo admite la arqueóloga, retrasouse un poco más del debido: en primer lugar, porque es un procedimiento largo, pero especialmente porque la crisis sanitaria derivada de la Covid dificultó el avance de los trámites. El equipo promotor es la Comunidad de Montes de Laza, Cimadevila y Souteliño, que admite que se trata de un proyecto piloto para la puesta en valor de los recursos que se encuentran nos nuestros montes, así como un ejemplo de colaboración. La Estación de Arte Rupestre de las Pisadiñas logró llevarse a cabo gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Laza y la Asociación Cultural Alto Támega (Laza-Ourense).

Entre las recomendaciones básicas a la hora de visitar esta zona histórica: no subir por encima de los petroglifos, no recoger material arqueológico, mantener limpio el monte y respetar los paneles informativos.

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